Manuel M. Ponce |


A principios de siglo pasado vivía en Aguascalientes una ciega llamada Sebastiana Rodríguez, que recorría los pueblos y ferias de la región interpretando con su hermosa voz canciones populares. Entre sus oyentes más asiduos se contaba un jovencito llamado Manuel M. Ponce Originario de Fresnillo, Zacatecas, Manuel M. Ponce nació en 1882 y a tan sólo unas cuantas semanas de vida su familia se mudó a la ciudad de Aguascalientes y vivió aquí hasta los 15 años. Tenía fama de ser todo un "fenómeno musical"; según afirman sus biógrafos, no había cumplido los cuatro años de edad cuando, después de haber escuchado atentamente las clases de piano que recibía su hermana Josefina, se sentó frente al instrumento y sin más preámbulos interpretó una de las piezas que había oído. Inmediatamente sus padres lo pusieron a recibir clases de piano y solfeo. Así, en sus primeros años la producción de Manuelito se reducía a gavotas, valsecillos y otras melodías de inspiración semejante.

Con los años siguientes, sin embargo, las tonadas tristes con rasgos de alegría o las alegres con rasgos de tristeza que entonaba Sebastiana llevaría al joven Ponce a integrar un concepto que ya intuía desde los primeros años de su adolescencia: que la música popular mexicana, si se refinaba y metodizaba, sin desechar su esencia original, no sólo se convertiría en algo dignísimo y muy valioso, sino que presentaría grandes posibilidades de aceptación en el mundo entero.

En 1901 Ponce ingresó al conservatorio Nacional de Música, ya con cierto prestigio de pianista y compositor. Allí permaneció hasta 1903, año en que volvió a la ciudad de Aguascalientes. Este era sólo el inicio de su peregrinar. En 1904 marchó a Italia para cursar estudios superiores de música en el Liceo de Bolonia. Siguió estudiando en Alemania entre 1906 y 1908 y volvió a México para hacerse cargo de la cátedra de piano y la de Historia de la música.

En 1909 escribió una pieza de piano para la mano izquierda a la que tituló "Malgré tout" (A pesar de todo) en honor del escultor manco Jesús F. Contreras.

En 1912 compuso su obra cumbre, "Estrellita", que no es propiamente una canción de amor, como se suele pensar, sino una "nostalgia viva"; una queja por la juventud que comienza a perderse. "Reuní en ella el rumor de las callejas empedradas de Aguascalientes, los sueños de mis paseos nocturnos a la luz de la luna, el recuerdo de Sebastiana Rodríguez", según escribió el propio autor. Ese mismo año, Ponce realizó en el Teatro Arbeau el memorable concierto de Música Popular Mexicana que, si bien escandalizó a los ardientes defensores de lo europeo, vino a constituir un hito fundamental en la historia de la canción nacional.

Con esta valiosa actividad de promoción de la música del país y con melodías como "Estrellita", "A la orilla de un palmar", "A levántate", "La Pajarera", "Marchita el alma" y "Una multitud más", Ponce ganó el honroso título de "Creador de la Canción Mexicana Moderna". Y fue también el primer compositor mexicano de música popular que proyectó su música al extranjero: "Estrellita", por ejemplo, ha sido parte del repertorio de las principales orquestas del mundo y de incontables cantantes, aunque muy a menudo sus intérpretes ignoran el origen de la canción y el nombre del autor. Su cuerpo fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres en el Panteón de Dolores en el Distrito Federal. En su honor se encuentra una placa de reconocimiento en la parte posterior de la columna de la Exedra, junto a la fuente dedicada a este músico poeta.

Fuente: Archivo Histórico Municipal y del Estado.